¡holahola!
Hoy realmente estoy muy enfadada y a la vez, muy preocupada por el tipo de sociedad en el que vivimos. Os explico el por qué.
Anoche no podía dormir y he estado mirando post en otros blogs de diferentes países,  y me he topado con uno en concreto, al cual no voy a mencionar para no darle más bombo al asunto, que resulta escribió un post en el que hablaba de la vida según la edad que tuvieras.
Yo, como una persona con casi 21 años que tengo, me salté las demás edades y tan solo me fijé de mi edad en adelante, para saber que se supone que espera la sociedad que haga con mi vida. ¿Y con que me topé? PLAS! La primera en la frente. Quería decir algo así como que una adolescente de 20 años debería de estar acabando la carrera, y comportándose como una adolescente, saliendo de fiesta, quedar en pandilla con sus amigos, tan solo teniendo la única preocupación de estudiar. Bien, yo, como mujer adulta que me considero aunque me falte mucho por madurar me pregunto que pasa conmigo. Yo tengo 20 años, no estudie una carrera universitaria, tengo más preocupaciones que la de estudiar, por ejemplo, hacer bien mi trabajo, pagar mi casa, y mantenerme viva en esta sociedad. ¿Soy un bicho raro por trabajar con 20 años y estar independizada o como va la cosa? ¿Qué pasa con esas "niñas" de 16 o 17 o 18 años que son madres y luchan día tras día para salir adelante? ¿También son bichos raros?
Luego, cuando llegamos a la edad de los 30, decía algo así como que con esas edad ya tienes que tener más no menos tu vida formada, tener una pareja estable con planes de formar una familia, un trabajo, una casa, en fin, lo que se suele conocer como una vida más no menos estable e independiente. Y yo me pregunto! ¿Las mujeres, según la sociedad para ser independientes y vivir nuestra vida dependemos de un hombre? Yo me eche a reír al leer el post, porque aparte de que me parece un post retrógrado y una gran falta de respeto, me asquea que sigamos viviendo en una sociedad que se asusta de las cosas más normales.
Una mujer, como un hombre, es libre de vivir su edad como le de la puta gana. Hay mujeres con 40 años, sin parejas y sin hijos, porque no quieren o no surgió y están felizmente independizadas,  tienen éxito a nivel profesional y deciden compartir su vida con ellas mismas. Y eso no significa ni que sean unas amargadas,  ni que no hayan disfrutado su juventud.
A mi, me esta pasando que algunas amigas mías no comprenden como puedo llevar así mi vida, trabajando para pagar lo que necesito, con mi casa y totalmente independiente parentalmente hablando. Hacen comentarios como: "tienes vida de señora mayor", "no haces más que trabajar", "ya no sales de fiesta", "te estás amargando".
Desde aquí,  señores y señoras he de decir unas cuantas cosas:
"Soy super feliz. Tengo una vida agradable en la que este momento la comparto con mi pareja, de lo cual no me arrepiento. Vivo mi vida intensamente pero en otros ambientes y con otras personas que más se ajustan a mi nivel de vida en este momento. Si no salgo de fiesta todos los días como cuando teníamos 16 años, es porque en este momento tengo unas prioridades que son pagar donde vivo, comer, electricidad, agua, e imprevistos que surjan. Cada escapada que puedo hacer, sea un café por la tarde  unas cervezas por la noche o tirarme hasta 7 de la mañana en una discoteca, TODAS ESAS EXPERIENCIAS las sigo viviendo intensamente. Y cada día,  descubro cosas nuevas que me gustan, y no voy a dejar de hacerlo. Y si esta sociedad no puede concebir que yo como "adolescente" que me tachan de ello, pueda tener una vida "adulta" solo he de decir que me das vergüenza.
He dicho.
UN BESO

HOLA CHIC@S! Hoy quiero hablaros de una nefasta experiencia que vivimos mi chico y yo ayer por la noche.
Todo comenzó cuando mi novio sentado en el sofá me mira y me dice que me arregle que hoy cenabamos fuera. Yo con cara de admiración me pregunté a que restaurante de la zona quería ir, y lo dejó a mi elección. Yo, después de unos minutos pensando, le propuse ir a un restaurante italiano que abrieron hace poco en la calle de atrás de nuestro edificio.
El local, decorado con muy buen gusto y bastante moderno, ya me había llamado la atención un par de veces, y tratándose de un italiano no me lo pensé más, y le dije: pues cenaremos en el "Ba vene"
Al poco de llegar, una simpática camarera nos tomo el pedido de las bebidas, y a los 3 minutos nos trajo los 2 Nestea que habíamos pedido y la carta, con los servicios de manteleria y cubertería correspondiente. 10 minutos después estaba tomándonos nota de la cena.
De entrantes pedimos una pizza y unas croquetas de jamón; y a mayores, unos spaguetti carbonara para mi, y un filete de pollo a la napolitana para mi chico.
Ella, muy cordialmente nos preguntó en que orden queríamos que salieran los platos, y le indicamos que la pizza y las croquetas primero, y cuando acabábamos el resto.
A los 10 minutos, aparece con las croquetas, con una presentación impresionante metidas en una caja de madera (tipo de fruta, pero más pequeña) y con un papel de horno para absorber el aceite muy bonito. (Véase la foto)
Al rato, nos trae una pizza enorme y los spaguettis. A lo que yo me quedé un poco traspuesta y la miré, y antes de que pudiera decirle nada me suelta: "En cocina están muy liados, y no le dije nada a la cocinera para que no me echará la bronca, pero bueno, aguanta bastante bien el calor" Se dio media vuelta y se marchó a por lo que mi chico había pedido.
Nos quedamos medio perplejos, pero decidimos dejar el tema y ponernos a cenar.
En mi comida no había ningún incidente más,  en cambio, en el plato de mi chico, había patatas sin freír, el filete de pollo estaba crudo por el medio, y aun encima.. todo frio!
Decidimos no decir nada, ya que no queríamos montar un escándalo, y pedimos un café, levantando el dedo y haciéndole el gesto a la camarera tan simpática del principio que viniera. Llega casi corriendo y se planta en frente nuestra y nos vuelve a soltar una gran frase de las suyas: " Me vais a echar la bronca verdad?, porque ya me lo estoy viendo venir". Nosotros, perplejos de nuevo le dijimos que queríamos un café,  en concreto pedimos un cortado.
La camarera, al retirar los platos,  vio los trozos de pollo crudos, y enseguida les dio la vuelta, entró en la cocina y los tiró a la basura antes de que lo viera la jefa.
Del café ya mejor ni hablar, porque más que un cortado era un café con leche.
Pero lo que más me jodió,  no fue la cuenta, que por cierto fueron 50€, lo peor de todo, es que tanto mi novio como yo, pasamos una noche a manzanillas, porque teníamos un dolor de estómago criminal!
Un error, lo puede tener cualquiera, no estoy diciendo lo contrario,  pero yo al menos, no vuelvo a comer allí.

¡HOLA HOLA!
Buenos días chicos, acabo de salir de trabajar y encontré un hueco en el café para daros una gran noticia. Bueno, grande para mi.
Voy a exponer mis cuadros en un local de arte de Betanzos, se llama La Tintorería,  aún no hay fecha programada pero espero que sea en torno a Enero del 2016. Ya os iré informando. Pero ya os adelanto por aquí,  que estáis todos invitados, y me encantaría contar con vosotros en este momento tan importante de mi vida.
Empecé a pintar en el 2004, cuando mis padres decidieron apuntarme a unas clases que se impartían en la casa del pueblo de Dexo. Por motivos de estudios y demás no he vuelto a pintar hasta hace unos meses, pero...Vengo más renovada que nunca y con mucha fuerza!
Así que lo dicho, ya os diré cuando es la fecha exacta y la localización del local.
OS deseo un buen fin de semana, y puente del Pilar!
¡Besos!

"Yo no pongo ni quito arrugas. para mí el photoshop es un engaño"

Hoy  me  gustaría  hablaros  de  una  artista  muy  polifacética  y  aún  poco  conocida.  Se llama  Marina  y  ha  pasado  toda  su  adolescencia  en  Sada,  hasta  que  decidió  irse  a Santiago  de  Compostela  a  estudiar  fotografía  en  el  2008,  realizando  sus  prácticas  en el  “Xornal  de  Galicia”.  Con  a  penas  seis  añitos  ya  practicaba  danza  y  teatro  y  ha realizado  algunos  proyectos  interesantes  que  destacaremos  en  breves. Junto  con  la  Compañía  Municipal  de  teatro  de  Sada  ha  interpretado  una  versión  de Woody  Allen,  “No  te  bebas  el  agua”.  Junto  con  la  Compañía  de  teatro  artesán, “Melocotón  en  almíbar”  y  “Cuatro  corazones  con  freno  y  marcha  atrás”. Junto  con  otros  compañeros  se  dedicaron  a  la  creación  de  un  grupo  de  improvisación en  A  Coruña,  “Bambú  teatro”. En  el  2010  se  estrena  el  proyecto  “Sen  palabras  e  con  elas”  en  la  Casa  de  la  Cultura  de Sada.  “El  proyecto  en  sí  compaginaba  todas  las  cosas  que  me  gustaban.  Había  un proyector   con   fotos,   en   el   centro   del   escenario   una   chica   bailando   danza contemporánea.  Se  escuchaba  una  voz  en  off  recitando  un  escrito  compuesto  por todos  los  componentes  del  proyecto.  En  un  lado  del  escenario,  había  un  grupo compuesto  por  una  guitarra,  una  batería,  un  violín,  y  dos  voces.  Mi  hermana  Alicia  y  yo cantábamos.  La  música  era  una  mezcla  de  Bossa  Nova  (de  Brasil),  y  música  Folk (Gallega), ya que tenemos raíces brasileñas.” “Para  mí  la  fotografía  es  el  momento  de  poder  captar  algo  que  te  conmueve  y  poder atraparlo  para  siempre.  Me  gusta  trabajar  con  personas,  con  las  formas  del  cuerpo humano,  los  desnudos  por  la  belleza  del  cuerpo  en  sí.  No  trabajo  con  nada  de retoques,  lo  máximo  que  puedo  modificar  en  una  fotografía  es  el  brillo  y  el  contraste. Yo  no  pongo  ni  quito  arrugas.  Para  mí  el  photoshop  es  un  engaño”. Marina  ha  expuesto  en  la  Galería  Alexandre  Bóveda,  Forum  Metropolitano,  y  la  última realizada  en  La  fábrica  (Santa  Cristina).  Actualmente  sus  fotografías  están  expuestas en  La  tribu  (A  Coruña),  y  espera  exponer  en  breves  en  Betanzos. “Para  mí,  el  teatro  y  la  fotografía  son  dos  pilares  muy  importantes  en  mi  vida  porque hacen  que  desconecte  de  todo  y  me  llenan  por  dentro.  Lucho  para  poder  vivir  de  esto porque  realmente  es  mi  sueño.  Actualmente  vivo  en  Coruña  y  tuve  la  gran  oportunidad de  entrar  en  la  Compañía  del  Ruiseñor,  donde  creo  que  va  a  ser  una  experiencia  muy enriquecedora.  Luego  el  tema  de  “Sen  palabras  e  con  elas”,  quería  buscar  un  proyecto donde  pudiera  unir  todo  lo  que  me  gusta:  fotografía,  música,  danza.  Es  un  proyecto  que lo  hice  con  a  penas  18  años  y  me  lancé  a  por  ello.  Gracias  también  a  mis  compañeros  de equipo  que  me  ayudaron  mucho.  Lo  que  al  menos  quiero  transmitir  con  todo  esto...  es que  realmente  uno  tiene  que  luchar  por  lo  que  quiere.  Yo  desde  muy  pequeña  sentí  que mi  cuerpo  necesita  estar  encima  de  un  escenario  e  interpretar  mil  papeles,  que  poder captar  mil  momentos  tras  una  lente  me  parece  pura  magia  y  lo  único  que  quiero  en  mi vida  es  llenarme  de  todo  esto  día  a  día  al  lado  de  la  gente  que  más  quiero.