TENGO AMIGAS LESBIANAS
abril 03, 2017¿Y QUÉ? os estaréis preguntando muchos, a que viene este titular. Pero para todas esas mentes cerradas, o gente que no quiere entender (llamadlo como queráis) quiero explicar algo muy sencillo.
Que sea lesbiana no significa que quiera follarte
Eso se aplica a la mayoría de orientaciones sexuales. Lo sé, pero hoy quiero hablaros de por qué no me siento incómoda teniendo amigas lesbianas.Yo tengo varias personas cercas de mi entorno que siendo mujeres son lesbianas, y no me molesta para nada. La amistad se traduce en pasar buenos ratos juntas, y eso no significa tener que follar. No están enamoradas de tí, y quizá ni seas su tipo, ni quiera mostrar nada de interés en tí. No es tan complicado de entender. Al igual que dos personas del sexo opuesto, pueden ser amigos, tener una relación de puta madre, sin necesidad de pasar noches de pasión y locura.
No me da grima, no me da asco, y no me siento insegura teniendo amigas con una orientación sexual diferente a la mía.
Puede ser que en algun caso, tu amiga se enamore de tí, sí, vale. Pero tampoco es el trauma de tu vida. Al igual que hay tíos que quieren follarte, también habrá tías que lo deseen.
Pienso que, que tu amiga, sea lesbiana no es un motivo razonable para alejarte de ella. Eso te hace sentir insegura e incómoda. Y SÍ, ES UNA GILIPOLLEZ.
No tengo por qué llevar un cartel luminoso
Yo no sé si a las demás os habrá pasado algo similar, pero supongo que no seré la única.Estando de fiesta me han entrado tías, de muchos modos lo han hecho, y muchas chicas diferentes, extranjeras, bajitas, altas, gordas, delgadas, de todo tipo. Y algo que empieza con un simple baile entre dos desconocidas, (que para tí, bien por ser ingenua, o por no saber interpretar las señales que te mandan) acaban en rituales sexuales. Y tú, como buena ingenua, o mala interpretadora de señales, sólo pillas cuando tienes la lengua de la otra tía en tu garganta. Y ahí, sí, te das cuenta, y con mucha delicadeza, le explicas que tú no eres lesbiana.
A mí me ha pasado, y no me averguenzo de ello. Al igual que hubo tíos a los que rechacé, también hubo tías. ¿Y qué?
No voy a llevar encima un cartel luminoso que diga: ¡Hola! Me gustan los penes, si eres lesbiana: No gracias.
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