La dura vida del jóven independizado

marzo 03, 2016

En mi caso, con casi 20 añitos decidí independizarme. Tenía trabajo (me parecía un trabajo estable, cosa que al final no salió) y decidí mudarme al piso que mi novio había alquilado 6 meses antes. Siempre fui una "hija ejemplar"(está mal que lo diga yo, pero es así, no me metía en muchos líos y ayudaba en casa cuando lo necesitaban). Por esto, y por muchas más razones, creo que soy una persona idónea para contaros lo que es i dependizarse tan jóven.
Bien, en primer lugar, es una decisión muy importante. Sobre todo, tienes que tener claro una cosa que es super importante: Cómo vas a mantenerte! (No me vale que papá y mamá te paguen todo, eso no es independizarse, al menos, así lo veo yo)
Cuando tengas claro como vas  mantenerte, toca pensar en qué necesitas realmente en el piso nuevo. (No hagáis como yo, que me llevé absolutamente todas mis cosas, no tiré nada, y después me volví loca para meter en el piso nuevo todo de lo que yo pensaba que no podía despegarme).
Compra exactamente lo minímo, seguro que tus familiares te regalan medio piso. (En mi caso, una cubertería, mantelería, toallas, trapos, más toallas, juegos de sabanas.. y más toallas!!)
Una vez que tengas el piso más o menos amueblado con lo que necesitas, empieza la tarea de decorarlo a tu gusto. (En mi caso, no me gustan nada las figuritas, pero sí me encanta rellenar paredes blancas, cuantos más cuadros, fotos y de todo haya.. más chachi lo veo. Como consejo, si tienes algo pensado prueba a hacerlo, si no en internet puedes conseguir mil ideas más, y si eres más manitas.. deja que tu cabeza fluya!)
Después de todo eso, (que aunque parezca que no, es lo fácil) viene lo más complicado: adaptarnos a que ya vivimos solos/en pareja.
Esto incluye, que tienes que cocinar, fregar, lavar la ropa, tenderla, plancharla, guardarla. Pasar la escoba, la fregona o mopa, y mantener todo ordenado, limpio e impecable. Porque creo que todos tenemos el caso de "la abuela robot". Si no está todo como tiene que estar, te arrepentirás cuando te llegue una visita inesperada.
Ahora bien, entre el trabajo y la casa, pensarás: ¿cómo coño mantenía todo mi madre?. Perfecto, pero eso no es todo.
Al menos yo, creí que al independizarme, saldría más; llegaría a casa a la hora que me diera la gana.. etc. Pues no. Al menos en mi casa. Al principio sí era así, además era verano. Pero no, entre el trabajo y la casa no tienes ganas de nada más. Y en mi casa que también estoy estudiando... imaginaos.
Pasáis de: "¿te apetece una copa?" a.. "sube a casa y tomamos un café que no me apetece nada bajar".
Sí señores, eso es así.
Añorarás una libertad que deseabas tener y no tienes.  Te quejarás por tener que ir a trabajar y pensarás algo como: "Que buena era la vida de estudiante!" Y abpartir de ahí, empezarás a entender un poco más a Peter Pan, el niño que no quería crecer. Echarás de menos a tus padres, las comidas de la abuela, e incluso, las regañinas cuando te pones enfermo por haber estado bajo la lluvia sin paraguas...
Luego está el tema de la cocina.. uff la cocina! Llamarás día tras día a tu madre para que te de las recetas de los guisos (en mi caso, yo tenía trauma con las tortillas, me salían cuadradas!) Todo se basa en la práctica, es como montar en bici. Acabas saliendo adelante. Eso de comer pasta y arroz todos los días se acaba. Busca recetas o invéntatelas, un día saldrá mal, pero el siguiente saldrá mejor.
Y un último consejo: ahorra todo lo que puedas, nunca sabes cuando te vas a llevar un susto, el horno puede dejar de funcionar...
Quién sabe cuándo necesitarás dinero para un apuro!!

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