Nunca olvidaré la cara que pusiste
agosto 08, 2016
Siempre fuiste un poco déspota, arrogante y bastante gilipollas. Nunca olvidaré la cara que pusiste el día que me abandonaste. O como dirías tú, el día que me dejaste para emprender una nueva aventura, en la que yo, si quisiera, podría estar presente.
No te despediste. Me miraste con desdén y dijiste adios. Esa fue la única palabra que articulaste después de tantos años juntos.
¿Sabes lo que hice cuando cerraste la puerta? Lo recuerdo como si fuera ayer. Me acabé la copa de orujo, y me puse a destrozar todas tus cosas.
Y a partir de ahí viví. Y seguiré viviendo. Y seguiré volando. Y sí, seguiré queriendote pero de una forma más sana, más alejada. Tú allá y yo donde debo estar.
Porque cada minuto que me regalaste, o como diría yo, cada minuto que pasaste de mi culo, ha sido eso, un regalo, porque cada minuto que no pase contigo lo pasé con otra gente a la que amo.
Así que gracias. Gracias por dejarme tirada tantas veces, por cada promesa que no cumpliste y que alguien me la cumplió después, gracias por quitarmelo todo, porque en el fondo no era NADA.
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